jueves, 9 de agosto de 2012

Orden público

Publicada el 10 de agosto de 2012 en El Día de Castilla la Mancha .



Son muchas las expresiones y frases hechas que indican precisamente lo contrario de lo que designan formalmente. Por ejemplo, «orden público». De las últimas noticias podemos deducir que alterar el orden de lo público es lo único que no se incluye bajo esa rúbrica.
Ejemplo uno: hacer ruido mientras el recortador jefe de la sanidad pública se reúne con una entidad de derecho privado debería considerarse, como mucho, alteración del orden semipúblico. Ejemplo dos: lo mismo puede aplicarse a la concentración de un puñado de gente que quiere manifestar su descontento con la actuación de una entidad privada como es un partido político Ejemplo tres: que unos ciudadanos se lleven con publicidad y alevosía comida de un establecimiento privado será una alteración del orden privado, pero no público. Ejemplo cuatro: los miles de casos que todos conocemos de saqueadores del dinero público que andan por ahí con la cabeza bien alta y los bolsillos bien llenos.
Por lo que vemos, digo, las autoridades corren a proteger lo privado con velocidad jamaicana mientras que dejan siempre para otro día la protección del verdadero orden público. Eso cuando no son ellas quienes lo alteran severamente. Por ejemplo, ¿machacar la sanidad pública no es alterar el orden de lo público de una forma mucho más consistente y duradera que entrechocando unas cacerolas en la calle? ¿Está en orden con lo público que mis impuestos se utilicen para que no pierdan su pasta los inversores y arruinadores de bancos privados? Definitivamente, nuestro derecho, nuestras prácticas cotidianas, la idea que tenemos de la vida en sociedad, protege con celo lo privado y menosprecia lo público, empezando con el párvulo que denuncia que un compañero ha robado una pintura a un tercero y luego se aplica con placer a picar la pared de la clase con el punzón. Lo peor de todo ocurre cuando quien llega al poder es este párvulo y en lugar de un punzón tiene el BOE entre las manos.




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